Beta-Opinión de Martyrs, de Pascal Laugier

Dos partes bien diferenciadas es lo que apreciamos en la cinta de Pascal Laugier, ese director que va a hacer el nuevo Hellraiser, y que un servidor no puede entender cómo ha concluído Martyrs de esta manera tan absurda y pretenciosa. Lo que consigue de lleno en esa primera parte, lo aborrece y echa por borda en la segunda. Es inexplicable como la mala leche imperante en esos inicios está carente en la recta final. Una de las sensaciones que tuve una vez terminé de visionar este proyecto fue "¿y ésto es para tanto?"; y esa frase me vino a la cabeza por todos los comentarios que se habían vertido en el afamado Festival de Sitges 08 donde la gente vomitaba, tenía mareos, se tenían que salir de la sala donde se proyectaba la obra, etc. No es para tanto, no tiene tanta mala leche, no es tan polémica como muchos nos querían hacer ver. ¿Es pretenciosa? Por supuesto; establecer una serie de elementos religiosos a mitad del film rodeado de una secuencia de torturas realmente mal implementadas hace que el compendio final no sea del todo lo destacable que podía prometer y prometió, pero que cayó en saco roto, principalmente porque el efecto que causa esa tortura tan larga es totalmente diferente del objetivo de Laugier: causa más aburrimiento y desgana que desquicio y asco. La primera parte es lo mejor que he visto en años en dicha temática; todo lo que tenía que haber estado en esos últimos y largos minutos de la parte final, están en la primera: locura, sangre, violencia por violencia (que no tiene por qué ser malo cojones, la "forma" y estructura del mensaje es también información y expresión), sadismo, subversiva...

Una película que merece la pena ver por esa primera parte, majestuosa y que sí escupe a la cara al espectador, con sangre y mala leche por doquier pero que culmina en un despropósito pretencioso, que no vacío, pero demasiado pretencioso para mi gusto. Nada, que no puede haber violencia por violencia porque sí.