La chica y principal protagonista de la historia (la actriz Emily Blunt) junto con el actor Ashton Colmes es lo único salvable del filme, pero sin alardes. La chica acaba de terminar los exámenes y necesita volver a casa de sus padres, es Navidad y una época propicia para estar en familia. En el tablón de anuncios del campus, ve una nota sobre una persona que se ofrece para ir al susodicho sitio donde va la chica (casualidad que después en el trascurso del filme se sabe el motivo). En efecto, un chico en un coche muy viejo se ofrece a llevarla y juntos emprenden el viaje; cabe destacar que todo está nevado y el frío es importante. Un accidente en medio de una desviación - ¡Oh, qué raro, el chico ha decidido coger un atajo… y... accidente, cómo no!- provoca que el coche quede inutilizado y empotrado por la nieve (lo nunca visto en una peli de estas características). Según va avanzando la cinta, las apariciones de unos seres y un personaje maléfico en ese tramo provoca el terror de los dos personas. La historia de esos aparecidos, que parece ser todo el que pasa por ahí, tiene un accidente, se cuenta muy, pero que muy de pasada, sin dar detalles, sin ritmo adecuado a lo que está ocurriendo, vamos un verdadero desastre amén de que la película es muy corta y cuando empiezas a bostezar, ya ha terminado.
Película bastante pasable, con carencia de una explicación adecuada y sin nada a destacar salvo la actuación aceptable de los dos protagonistas.
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