Es la sensación que he tenido esta tarde tras leer y escuchar en distintas emisoras de radio lo ocurrido en el fatal atentado de Noruega y posterior ataque en el campamento laborista, cuyas consecuencias-además de los daños materiales- lo más importante, los numerosos heridos y al menos 91 muertos contabilizados. Incluso me meto yo en el saco de los que señalamos culpables a la mayor brevedad posible, sin atender a posturas lógicas y razonables ni esperar a que la investigación se desarrolle en los cauces adecuados. Pero... ¿acaso un ataque de estas dimensiones sigue unas lindes establecidas y adheridas a la razón y a la espera? Realmente viendo cómo se desarrollan los acontecimientos en Oriente Medio y cómo hemos sufrido en nuestras propias carnes atentados tan arrebatadores como el del 11-M, era normal que pensáramos que el terrorismo islámico fuera el responsable de lo ocurrido esta tarde en Oslo. Las primeras informaciones que se tenían al respecto eran ésas precisamente, incluso fuentes policiales destacaban, sin dar seguridad, claro está, que los responsables no eran locales, que se trataba de terrorismo internacional. Además, el grupo Ansar al-Jihad al-Alami emitía un comunicado atribuyéndose el atentado, después, se retractan y dicen que no han sido ellos. Pero todo cambia con el ataque en el campamento laborista, donde al parecer un noruego alto, rubio ha sido el encargado de efectuar los disparos, incluso, circulan perfiles de facebook del susodicho. Tiempo después la policía sí destacaba que había nexo de unión entre ambos ataques y que lo más seguro era que se trataba de grupos antisistema, de un golpe político al gobierno noruego y no una reivindicación por las caricaturas de Mahoma que se publicaron hace tiempo en distintos periódicos noruegos.
Parece, o al menos esa es la sensación que tengo es que lo de las bombas en Oslo era una distracción para que él pudiese ir a la isla de Utoya y acometer lo que tenía que hacer sin paliativos. ¿El porqué de todo esto? Bueno, parece que un tipo definido como "fundamentalista cristiano", "islamófobo" y de ideas de ultraderecha, más tras saber que en la isla se reunían laboristas y que había visita del primer ministro noruego, pues poco más que decir.
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