Lo cierto es que me estoy dando un festín importante de todo lo que tiene que ver con la temática zombie. Hace unas semanas me terminé de leer una novela de Max Brooks llamada Guerra Mundial Z (Editorial Almuzara), un relato realmente atrayente, bien escrito y que desentraña una visión muy apocalíptica del tema, a través de los sucesos acaecidos y vividos de primera mano por cada uno de los protagonistas. Me gustó el autor y me dispuse a leer uno de sus trabajos anteriores, una guía de supervivencia zombie (Berenice) que nos cuenta cómo debemos de actuar ante las hordas de infectados hambrientos de nuestra caliente y atrayente sangre fresca. Os dejo con la sinopsis:
¡No descuides tu mayor tesoro: la vida! Este libro es la clave para sobrevivir a las hordas de no muertos que pueden estar acechándote en este preciso momento sin que lo sepas. Zombi. Guía de supervivencia ofrece protección completa contra los muertos vivientes gracias a útiles consejos para salvaguardar tu vida y la de los tuyos. Este es el libro que podría salvarte la vida.
Claro, pero entre libros y libros de Zombies, uno que también me llamó la atención entre las estantería de mi librería favorita fue Apocalipsis Z (Dolme Books), de un autor español llamado Manel Loureiro, abogado gallego que publicó este libro debido al éxito arrollador de sus relatos en Mundo Cadáver, un blog a modo de diario con estas aventuras que recientemente se decidió por trasladar a papel, por supuesto con mejoras. Recomendable a altos niveles.
Además hace poco he vuelto a dar un repaso a la obra maestra del 68 de George A. Romero. A pesar de haber pasado el tiempo y de notarse ciertas cosas que hoy día pueden ser muy discutibles, no deja de ser una obra atemporal que coge muchos elementos de proyectos y largometrajes anteriores y saber darle, en aquella época, un giro excelso, majestuoso y que creó un antes y un después en el subgénero, no es nada fácil, más cuando es una obra que ha sido adaptaptada, versionada y en ocasiones, copiada hasta la extenuación. Se trata, como no, de La noche de los Muertos Vivientes, de George A. Romero (1968).
Además hace poco he vuelto a dar un repaso a la obra maestra del 68 de George A. Romero. A pesar de haber pasado el tiempo y de notarse ciertas cosas que hoy día pueden ser muy discutibles, no deja de ser una obra atemporal que coge muchos elementos de proyectos y largometrajes anteriores y saber darle, en aquella época, un giro excelso, majestuoso y que creó un antes y un después en el subgénero, no es nada fácil, más cuando es una obra que ha sido adaptaptada, versionada y en ocasiones, copiada hasta la extenuación. Se trata, como no, de La noche de los Muertos Vivientes, de George A. Romero (1968).
Por último, un juego que estoy jugando bastante, porque lo merece y porque parece que Valve sabe hacer las cosas bastante bien: Left 4 Dead, de Turtle Rock Studios, los mismos que diseñaron los bots para el Counter Strike y demás. Se trata de un juego con un fuerte componente cooperativo, y quiero remarcar lo de fuerte componente porque es que el título se sustenta de manera exagerada en este punto. Se trata de un juego diseñado para el multiplayer (aunque se puede jugar en solitario, pero pierde totalmente la gracia) donde nuestro protagonista y tres amigos más se pueden unir para sobrevivir al Holocausto Zombie, a través de unos escenarios tremendamente bien diseñados. La cuestión no es que es divertido, sino que destila detalles a peli de Serie B y cinematografía por los cuatro costados, ya desde que carga el escenario a modo de cartel de proyecto de peli de terror, hasta la música imperante en algunos tramos jugables o algunas escenas finales donde podemos apreciar frases del estilo “en esta película se han eliminado 1053 infectados, 7 jefes…” etc. Sin olvidarnos de los tipos de jefes finales que existen, todos muy distintos y que casan muy bien con el trasfondo del juego, desde el smooker que intenta sacarte del grupo para romper las funcionalidades cooperativas, hasta el hunter, un enemigo muy veloz y sigiloso que intenta destriparte con sus fuertes zarpas, o la misteriosa Bruja, que llora amargamente por el escenario y como te acerques ya te puedes despedir de hacer cualquier cosa, porque no hay escapatoria; sin olvidarnos del gran hijo de puta, que es el Tank, un bicho enorme y musculoso que te tira piedras, coches, contenedores y todo lo que tenga en la mano o se encuentre por el camino, da igual, que si no tiene nada, te perseguirá-porque es veloz también- y te pega unos castañazos que te envía fuera del escenario, etc. Realmente el juego está muy bien, aunque se echa de menos algo más de opciones survival como poder crear emboscadas o arrastrar muebles para empotrarlas en las puertas, etc. Uno de los juegos del año, pero sin género de dudas… Ramón, te lo tienes que comprar o te lo tienes que comprar… no hay escapatoria alguna.
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